MUNDOS
PARALELOS
Los
Universos Paralelos conforman uno de los enigmas que más controversias han
suscitado. Es un tema que ha sido tratado por la ciencia ficción y que ha
impulsado a sabios, filósofos y hombres de ciencia a explayarse sobre las más diversas
teorías e hipótesis al respecto; tanto en lo que concierne a la naturaleza de
esos Universos, como también, en cuanto a su ubicación con respecto a nuestro
Universo conocido.
La
finalidad de esta nota no es la de explicar la naturaleza o la función de estos
Universos, sino la de presentar una serie de sucesos, muchos conocidos, otros
menos, en todos los cuales se deja entrever algo muy relacionado con todo lo
que sea dimensiones y mundos paralelos.
Existen
varios hechos referentes a desapariciones de personas, objetos, etc., sin dejar
rastro alguno y en contraposición a esto, otros acerca de apariciones
imprevistas, al parecer surgidas del tiempo, ya sea del pasado o del futuro.
En
la ciudad de South Bend, en el estado de Indiana, EE.UU., ocurrió un hecho por
demás insólito y sorprendente.
Transcurría
la Nochebuena del año 1890; Tom Lerch, jefe de familia, se encontraba en su
hogar rodeado de amistades y demás miembros de la misma, entre los cuales su
hijo Oliver, de 20 años de edad; quien más tarde partiría en un viaje, tal vez,
sin regreso. Eran aproximadamente las diez de la noche y su madre estaba
haciendo los arreglos para la cena, cuando pidió a Oliver que fuera hasta el
pozo en busca de agua; éste se puso su abrigo y salió de la casa. No había transcurrido
mucho tiempo cuando de pronto las personas allí reunidas escucharon un grito
aterrador, en el que pudieron reconocer la voz angustiada de Oliver pidiendo
ayuda, gritando reiteradamente: “Auxilio, me han agarrado”.
“Auxilio,
socorro”, su voz venía ahora desde el cielo, pero en él no se veía
absolutamente nada, a pesar de la iluminación de la luna. La posterior búsqueda
no condujo a nada que pudiera evidenciar lo ocurrido, sólo se tenía como prueba
las pisadas de Oliver en dirección al pozo, pero en determinado lugar
abruptamente desaparecían.
Sobre
este caso se han presentado varias hipótesis, dos de las cuales son las más
comúnmente enunciadas: se trataría de un posible rapto por parte de una nave
extraterrestre, o bien el paso a una dimensión desconocida.
Un
caso publicado en el diario “La Razón” del 21 de mayo de 1974; dice
textualmente lo siguiente: “Bogotá (AFP). Un autobús con 67 estudiantes y
profesores excursionistas ecuatorianos se encuentra perdido desde el domingo en
territorio colombiano, se supo aquí. El vehículo había salido de Tulcan
(Ecuador) hacia Pasto e Ipiales (Colombia) en la frontera de los dos países,
encabezados por el profesor Ricardo Espinosa. Patrullas de la defensa civil
iniciaron la búsqueda de los excursionistas con quienes se perdió todo contacto
desde la iniciación de su viaje”.
Esta
información apareció después de dos días de notificada la desaparición de este
numeroso grupo; no se informó nada más al respecto. Hace más de dos siglos,
exactamente en el año 1707, el archiduque Carlos se preparaba para invadir
España. Un numeroso contingente constituido por unos cuatro mil soldados, había
acampado en un llano cercano a los Pirineos; su misión era la de seguir al otro
día su marcha rumbo a estas montañas. Tal cual lo planeado, al día siguiente
levantaron campamento y emprendieron la marcha. A poco de su partida y en
absoluta claridad “sencillamente” desaparecieron, sin quedar nada en el lugar,
tal como si hubieran atravesado el umbral de lo invisible e imperceptible, ¿quizás
una puerta dimensional?
Otro
hecho publicado en diarios del país, en el mes de noviembre de 1965, dice lo
siguiente: "“l Douglas DC-4, T-48 de la Fuerza Aérea Argentina cayó en el
mar Caribe, luego de haber partido de Panamá, desapareciendo sus 69 tripulantes:
oficiales y cadetes de la Escuela de Aviación Militar de Córdoba”.
Se
realizó una extensa y prolongada búsqueda en zonas de Costa Rica, sin dejar
ningún saldo positivo; solamente se sabía que el avión con todos sus
tripulantes había desaparecido; no se encontró nada que pudiera evidenciar un
posible accidente.
En
el libro “The World of Psychic Phenomena”, o sea, El Mundo de los Fenómenos
Psíquicos, de F. Edsall, aparece un caso que es por demás elocuente; se trata
de la aparición y materialización de un grupo de soldados en dura contienda.
Esto
tuvo lugar en Keiton, Inglaterra, fue días antes de Navidad, cuando poco
después de medianoche, campesinos de la zona despertaron ante el ruido que
parecían producir armas de fuego y murmullos de lucha; salieron de sus casas y
asombrados pudieron observar nada menos que la materialización de soldados
enredados en una violenta batalla. Según sus banderas e indumentaria se los
identificó como las tropas del Parlamento y las del Ejército Real de Carlos I.
Después
de dos horas de encarnizada lucha las tropas del Parlamento vencieron
totalmente al Ejército Real; en medio del triunfo y el júbilo de los vencedores
todo se desvaneció, quedando el lugar como si nada hubiera sucedido, la calma
en la aldea de Keiton había renacido.
Lo
mismo ocurrió en dos oportunidades más, los dos días siguientes.
Lo
asombroso de este suceso radica en el hecho de que estos campesinos y aldeanos
presenciaron algo que aún no había ocurrido para ellos; se trataba de la
batalla de Colina Edge, librada en esa misma aldea, pero, paradójicamente
después de haber sido vista por estas personas el día 23 de Octubre de 1642.
Eliminando
la posibilidad de una probable alucinación o psicosis colectiva, ya que ésta,
evidentemente, en las condiciones en que se desarrolló el acontecimiento es un
tanto difícil de producirse, se podría decir que esta aparición surgió en
realidad del tiempo, de un Universo Paralelo o de una dimensión que, como
tantas cosas, por el momento desconocemos.
Un relato publicado en el Sunday Express de
Londres, el 21 de setiembre de 1924, comenta lo siguiente: “El día 24 de julio
de 1924, mientras continuaban las hostilidades entre árabes e ingleses, el
Cuartel General inglés envió al piloto oficial D. Stewart y al teniente William
Day en misión especial sobre el desierto de Mesopotamia; la finalidad del vuelo
era la de efectuar un reconocimiento de la zona, sin intervenir en modo alguno
en la batalla. Después de varias horas de espera, el Mando General comenzó a
temer en un posible accidente, dado que el avión no regresaba. Luego de unas
cuantas horas más, que creyeron prudente esperar, se ordenó la búsqueda.
Rastreando la región se pudo dar finalmente con el avión, el cual se encontraba
en perfectas condiciones; nada hacía indicar un posible atentado, lo extraño
era que los dos tripulantes no se hallaban en el lugar. Poco después se
descubrieron pisadas que correspondían a ambos pilotos, se siguieron, y a una
distancia aproximada de cincuenta metros, abruptamente desaparecían, no
existiendo en las inmediaciones rastro alguno.
Un caso verdaderamente desconcertante. ¿Podría
tratarse de pasaje a otra dimensión, un Mundo Paralelo o quizás teleportación?
Un
hecho similar al ocurrido en 1707 es el que protagonizaron infantes japoneses,
durante la Segunda Guerra Mundial. Esto ocurrió en una isla del Pacífico,
mientras una compañía de infantes de Marina estaba ejercitándose; en uno de sus
movimientos la compañía completa “desapareció” ante la mirada ingenua de otros
cientos de soldados que observaban las maniobras; fue en un abrir y cerrar de
ojos, “estaban, al instante ya no estaban más”.
Parece
suceder, y en todos los casos se entrevé algo de esto, que en ciertas
ocasiones, misteriosas puertas se abren para “tragar” algo de nuestro mundo o
bien, de nuestro Universo. Evidentemente existen ciertas condiciones que se
tienen que dar para efectivizar el pasaje de algo o alguien de este mundo a
otro “paralelo” y recíprocamente.
Otro
misterio muy conocido y comentado es el de la isla de San Brandán. Esta isla ha
venido apareciendo y desapareciendo por siglos, pudiéndose ver en cada
oportunidad escasos minutos. Ya en la Edad Media se sabía de esta isla; en
ocasiones se llegó al extremo de organizar expediciones para ir en su
conquista.
Una
de las últimas apariciones se registró el 26 de abril de 1967; fue vista por
miles de personas habitantes de Hierro, una de las islas del archipiélago de
las Canarias. Se dice que, quizás, la isla de San Brandán escaparía de un Mundo
Paralelo, para aparecer en el nuestro y finalmente regresar al de su origen.
Para
terminar, una breve síntesis de algunas teorías que se tienen sobre el
particular.
Algunos
estudiosos e investigadores opinan que los Universos Paralelos serían solamente
dos; hay quienes dicen que uno sería positivo, entonces se tendría una de las
leyes básicas de la Física, uno contrarrestaría o compensaría la acción del
otro, encontrándose el conjunto en perfecto equilibrio y armonía.
Otros
sostienen algo similar: afirman que nuestro Universo, que está constituido por
materia, tendría su parangón en otro, pero formado por antimateria. Sobre esto
hay mucho estudiado, baste recordar que ya se han logrado, en laboratorio, gran
número de antipartículas.
Y
tenemos a personas que piensan e intuyen que no serían únicamente dos Universos
Paralelos, sino un número ilimitado de ellos, que constituirían, tal vez,
especies de ecos de uno real, que estuviera proyectándose hacia el pasado y
hacia el futuro; en este caso no existirían en el pasado, el presente y el
futuro, tal cual nuestra concepción, puesto que, por ejemplo, lo que está
ocurriendo ahora ya habría ocurrido y estaría por ocurrir. Pasado, Presente y
Futuro se fundirían en Uno, el Eterno Presente.
Llegado
a este punto sería útil recordar y meditar sobre las palabras tan sabias de
Fedor Dostoievski:
“La
realidad es infinitamente diversa, escapa a las deducciones ingeniosas del
pensamiento abstracto, no soporta la clasificación estrecha y exacta, la
realidad tiende al fraccionamiento perpetuo, a la variedad infinita”.
Otros
sostienen algo similar: afirman que nuestro Universo, que está constituido por
materia, tendría su parangón en otro, pero formado por antimateria. Sobre esto
hay mucho estudiado, baste recordar que ya se han logrado, en laboratorio, gran
número de antipartículas.